Madrid, 21 agosto de 2011
Una asamblea informal en que nadie representaba a nadie, inicia un acercamiento inteligente entre “peregrinos” de la JMJ, seguidores del movimiento 15M y paseantes de la noche madrileña. En la emblemática plaza de la Puerta del Sol, se expusieron los distintos puntos de vista con una única conclusión, la primordial, el respeto mutuo.
La posibilidad de conciliación de planteamientos entre 15M y seguidores de la iglesia católica, la compatibilidad de la religión o laicismo con el movimiento de los indignados, la renovación de la iglesia católica como otro objetivo del movimiento 15M; temas que se trataron en la asamblea y que sin duda darán mucho que discutir en nuevas reuniones.
La reunión aunque ajena a cualquier tipo de representatividad, ha servido para demostrar que no es necesario plantear continuamente el conflicto social ante las actuaciones de un grupo contrario a los ideales propios, existiendo siempre la posibilidad de plantear el diálogo constructivo. Si bien las manifestaciones plantean de forma evidente la desaprobación acerca de las actuaciones de un grupo ideológico contrario, no sirven para encauzar los puntos de vista comunes. El ágora madrileña, o de cualquier punto geográfico parecen los lugares para que la cordura, el consenso y por fin la renovación de ideas alcancen los objetivos perseguidos.
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